¿POR QUE?

Era Sábado las diez de la mañana y recibí una llamada algo inesperada, era de comisaría, mi hijo estaba detenido y me pidieron me personara en las instalaciones.
Me puse histérica ¿que habrá ocurrido? ¿por que se encuentra mi hijo preso? ¿estará bien?
Cuando llegue a comisaría instante seguido me dejaron ver a mi hijo, intenté abrazarlo pero unos barrotes fríos nos lo impedían.
Se sinceró conmigo, me confesó estar muy arrepentido de lo ocurrido, la bebida la había jugado una mala pasada. No pasa nada, ¡haré todo o posible para sacarte de aquí!
Sin perder un segundo me dirigí a la casa grande, la puerta de atrás se encontraba abierta y me dispuse a entrar, la Señora estaba allí y le acompañaba su hijo, ¡seguro los dos hacen más fuerza!. Esperé mi turno pues no se encontraba sola, me coloqué ante ella e intenté explicarle el problema, pedirle por mi hijo que era para lo que había acudido a esa cita. Pero cuando me dispuse a hablar con ella la situación me era familiar, ¡¡¡NO!!! pero Madre mía ¿quién te ha metido entre rejas? ¿quien ha cometido tal desfachatez? ¿que delito has cometido tú? ¿as matado a alguien? ¿quién se ha hecho dueño de ti y tu libertad? ¿quién a metido a la Madre de tantos hermanos y a su hijo entre rejas?
Creo que vivimos en una sociedad materialista, por eso cuando vengo a verte nos separa una reja. Dueña de los bienes ajenos, pues algunos quieren apropiarse de lo que a todos pertenece,...
Por eso creo va siendo hora acabemos con muchas de las barreras que existen dentro de la Semana Santa, y todo lo que a las hermandades las rodea, y hagan más participes a todos sus hermanos y al barrio al que pertenecen. Porque esas barreras no llegan a la altura de las que esta sociedad ha logrado derribar como el Muro de Berlín, la tiranía de muchos líderes, etc.

Sin más, un beso Señora que otro día vendré a verte, y espero que ese día te hayan dejado libre los que creen ser dueños de tu libertad.