Una corrida sin igual.

Como de un gran torero se tratase, Víctor Carnero saltó ayer día 21 de Marzo al ruedo. Tomó la alternativa de manos de su hermano Paco Hidalgo, gran hermano; en la plaza de toros Peña Trinitaria, repleta de familiares y amigos, que ansiosos esperaban una buena faena. También se encontraban algunos compañeros de ruedo como Ignacio Castillo, Antonio Mariscal o Pepe París... conocedores de aquella plaza y de sus exigencias.

La cosa empezó algo tensa, mano rígida y capote alto, fruto pudiera ser de algún consejo de otro compañero con buena intención pero olvido se de los más importante, "se tú mismo". Pronto logró acoplarse, y solo le hicieron falta un pase de pecho y dos naturales para hacer que el público estuviese espectante, su presentación. Acto seguido pidió la benia al presidente Juan Partal, para presentar su cartel, acompañado de dos de sus subalternos Nicolás Gómez y José L. Flores que salieron desde la barrera, y a partir de ahí todo fue en progresión.
Un derechazo un pase de pecho, y un buen par de banderillas por parte de otro subalterno, Jorge Torres, produjeron los aplausos del respetable.
El diestro se hizo con la plaza, sabiendo interpretar muy bien la faena, y demostrando conocer una gran variedad de estilos, un gran abanico para todos los gustos donde sacó a relucir pases y muletazos, mu arrimaitos, que terminó rematando con un pase Trinitario, coreado por todo el mundo, pedido por otro de sus colaboradores en la plaza como es Aurelio Quintana, y poniéndose a sus pies. Todo un colofón que terminó con el indulto después de la pedida del publico, y el mismo matador, a la que el presidente accedió y puso el público en pié.
Salida a hombro, oreja y rabo fueron los premios para este torero al que acojeran grandes plazas.

Gracias Jorge.