Si hermanos, las horas, minutos y segundos para nuestro encuentro con ELLA están contadas. A la mente se me vienen imágenes y frases que se quedaron grabadas en mis oídos, y que días como los de hoy se me vienen al recuerdo. Frases como “...que me gusta ver estos adoquines…” referentes a los mencionados en C/Trinidad, o como decía Nacho “…Que ganas tenia de ver San Pablo y ir con vosotros en esta dirección…” Creo recordar que era así, como si al fondo muy al fondo, detrás del señor de Málaga al cual despedimos entrando en C/Carril, estuviera ella esperándonos, y diciendo: Señores esperad aún, que me faltan mis hijos de la mesa.
Ya vamos Madre, ya entramos en la casa hermandad y nos postraremos ante ti. Madre Trinitaria, déjanos verte salir antes de tu paseo por Málaga. Antes de que recemos a tus pies, y de que nuestro hermano Aurelio te eleve la voz la de Mesa, vuelve tu mirada hacia nosotros, y reza tu también por tus hijos, envíanos ese bendito sufrimiento y darnos fuerzas para pasearte por Málaga como solo tú te lo mereces. Porque mientras arriba tu estés, siempre debajo estare.
Por Alberto Santacruz.
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