8 de octubre de 2016

Molero de la Trinidad

Veinte años de carrera dan para mucho. Dice que se va, pero sabemos que es un farol. Llegó un día para poner música a una coronación, y con el tiempo quiso regalarnos un nuevo himno que desde entonces sería banda sonora primero de nuestros Lunes Santo y más tarde de nuestras vidas. Málaga poco a poco ha ido haciendo suya una melodía y una letra que no es ni más ni menos que una reclamación histórica a la Málaga cofrade plasmada por otro de los nuestros... “nunca sola andarás
. Nunca una frase significó tanto para un trinitario, aunque haya quedado obsoleta a día de hoy, pues hace ya mucho que nuestra Trinidad no anda sola por las calles de Málaga y eso, en gran parte viene dado por un trabajo y un buen hacer por parte de todos que no sería posible sin esa unión trono-música que tanto bueno nos está dando, y ahí es donde entra Molero Luque como parte esencial de esa unión.

El pasado día 24 de Septiembre tuvo lugar en la casa hermandad de la hermana cofradía del Rocío un merecido homenaje a quien, en opinión personal del que escribe, mejor sabe en Málaga poner música al andar de nuestros tronos. Dos kilos de comida servían en esta ocasión como necesario donativo (desgraciadamente) para acceder al homenaje que se organizó a un hombre sencillo con la mitad de ego y el doble de cercanía y amabilidad que cualquier otro con su currículum esperarías que tuviese. La magnífica Banda de las Golondrinas de la querida ciudad de Vélez-Málaga fue la encargada de hacer un recorrido cronológico de los “grande éxitos” de Molero Luque, donde a través de sus sones fuimos rememorando efemérides tan importantes para la Semana Santa de Málaga como las coronaciones de María Santísima de la Trinidad, de María Santísima del Rocío y de Nuestra Señora de la Soledad. Todas coronadas musicalmente por el buen hacer y la sensibilidad de nuestro amigo Mole. Degustamos la que posiblemente sea su obra más personal dedicada al Santísimo Cristo de los Milagros, conocimos de primera mano lo que la música de Molero significa para las localidades de Vélez-Málaga, Torre del Mar y Cieza, y como no, lo que significa para los cofrades malagueños y trinitarios.

Diez marchas. Diez obras magníficamente introducidas por personas vinculadas a la hermandad a la que estaba dedicada la marcha. Personas que en muchos casos también tenían vinculación con el maestro y en algunos casos con nuestra Virgen de la Trinidad y nuestra Mesa, y que supieron hacer la introducción perfecta a la marcha a interpretar. Palabras breves cargadas de significado que venían a dar paso a lo realmente importante: la música. Y aquí es donde hay que resaltar el gran trabajo de la banda de las Golondrinas, pues sonaron a la perfección y supieron transmitir en todo momento la esencia de Molero. Especialmente me gustaría destacar la presencia del violín en la marcha Paz Franciscana, marcha dedicada a María Santísima de la Paz de Vélez-Málaga, pero sería  injusto destacar sólo una cosa del gran recital que dieron, pues se notó en todo momento la dedicación y el sentimiento que la banda puso para tal ocasión. Fue una gozada escuchar el magnífico solo de trompeta de Pasa la Soledad, lo exquisitamente malagueña que suena María Santísima del Amparo, una marcha que al igual que Pasa la Soledad parece ganar con los años, o los aires de grandeza de las tres marchas de coronación que sonaron en esa tarde victoriana en la que muchos amigos quisimos darnos cita para enaltecer el trabajo de nuestro amigo José. Una a una se iban sucediendo las marchas, una a una nos iban transportando a momentos concretos vividos por cada uno de los allí presentes, igual daba andar a paso pollinico con el olor a sal de las calles de Torre del Mar que formando parte de la horquilllería de la Paz veleña. Estábamos en Cieza acompañando a la Virgen de la Piedad y al momento en una esquina de calle Mármoles viendo el pausado caminar del Santísimo Cristo de los Milagros. Pasó la Soledad y nos fuimos a la coronación la del Rocío y al final de todo el camino unos brazos que se entrelazaban con su amigo para cantar juntos un himno surgido de la amistad para enaltecer a a más guapa trinitaria y que poco a poco Málaga, y el público allí congregado, hizo suyo.

Emoción. Emoción final en una tarde que poco a poco fue haciéndose de color malva, y orgullo de tenerte entre uno de los nuestros. Dices que te vas, pero nos lo tomamos a broma, porque aunque así fuera el legado que dejas en Málaga perdurará para los restos.


Gracias Molero, gracias por engrandecer con tu música la Semana Santa de Málaga y en especial a María Santísima de la Trinidad. Vuelve cuando creas que debes volver. Experimenta, prueba cosas nuevas, pero vuelve. Vuelve a tu sitio. Mientras nos seguirán quedando los homenajes más auténticos, los que nos damos cada vez que nos reunimos todos con cualquier excusa para pasar un buen rato.

Francisco Javier Díaz Luque

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