16 de noviembre de 2008

2ª Tertulia capataces - hombresdetrono

21 `30 h, local hombre de trono, lugar sin igual donde las paredes hablan historia cofrade y parecen emanar olor a incienso, muchos amigos y conocidos, una barra que regentada por Ray y junto a él su hijo, y organizandose actos como este favorecen a que la semana santa no sea solo una semana, sino que se hable de ella durante todo el año de las preguntas e inquietudes del hombre de trono.


Una mesa formada por el Presidente de la agrupación hombres de trono, Rafael Rodrigo, y los capataces Julio Torres, Juanma, y Manolo Montero.



Personalidad y liderazgo son algunos de los adjetivos que califican a estos tres grandes capataces. Por los que me gustaría decir que el paso del tiempo no hace mella, pero sería engañarles.


Buenísimos en su faceta de directores de trono, cada uno con sus cualidades y peculiaridades, animales en peligro de extinción que por culpa de una gestión burocrática de amigismos y compromisos, de algunas cofradías, llegan a devaluar esta figura, de la semana santa malagueña.

Más que una tertulia, una reunión de amigos donde las historias iban y venían y la experiencia no era un grado, eran algunos más. Recuerdos y risas inundaron aquél salón de hombre de trono, donde se abarcaron temas importantes y otros no tantos, donde quedaron temas por platicar y conclusiones por sacar, lo mismo se aparcarán para una tercera reunión, pues entonces ¡¡¡allí nos veremos!!!



En mi humilde persona y escasa experiencia creo que estas reuniones podrían ser más fructiferas si se les dedicara menos tiempo a la nostalgia y recuerdo, nunca sin olvidarlas pues de ella se aprende, y dedicaramos más tiempo al planteamiento y soluciones que se pueden dar a los problemas de los hombres de trono.

1 comentario:

José Alarcón dijo...

Pedazo de Blog si señor!! y pedazo de artículo; la verdad que hechamos muy buenas noche y por lo menos empezamos a tocar tems que antes ni se pensaban.

Saludos y enhorabuena

¡¡¡Así se vive desde dentro!!!

Mª Stma. de la Trinidad, en su paso por las Tribuna de los Pobres.