29 de septiembre de 2013

El reencuentro:

Llego el día esperado, y tras meses de espera nuestra madre vuelve a estar entre nosotros. En el salón de tronos de nuestra casa-hermandad se nos presentó más radiante que nunca y con la blancura propia que recuerdan los que ya peinan más de una cana y tuvieron el placer de conocerla aquel lejano día ya de 1968.


No sabría valorar en sí lo que ha significado esta restauración artísticamente pues éste que escribe no tiene los conocimientos propios para realizar ese análisis, pero lo que si os puedo contar es que nuestra Trinidad es la Trinidad de siempre, ¿Para qué intentar mejorar lo que es inmejorable?
Verán cambios, por supuesto, la tonalidad de la imagen es más clara que la tonalidad que tenía cuando partió al taller de Enrique Gutiérrez Carrasquilla en el sevillano barrio de Triana, pero no hay ápice de cambio en Ella. Ha sido esta, una actuación necesaria. La imagen no había sido intervenida desde que salió de las manos del maestro Buiza en 1963 y ya presentaba algunos desperfectos en algunas partes del rostro y manos. Ha sido al fin y al cabo una vuelta a los orígenes, un punto y seguido necesario para que nuestra madre siga luciendo como merece. 

En la vida hay veces que es necesario reencontrarse consigo mismo, volver a los orígenes y quizás sea necesario en nuestro día a día aplicarnos esta regla y mirar al futuro desde una nueva perspectiva sin perder la esencia que nos ha hecho crecer en el pasado,  esta es sólo  una reflexión personal sin importancia, pues lo que verdaderamente importa es que ahora Ella vuelve a estar aquí y ayer Málaga entera  descubrió lo que siempre fue La Trinidad: El mejor misterio jamás guardado, el eterno enigma de una madre que espera paciente a ser descubierta por un pueblo que cada vez se engancha más a Ella. Ayer, nuestra Trinidad salió de nuevo a las calles de Málaga y nosotros, como siempre, estuvimos a sus pies, porque al fin y al cabo esa es la esencia de este grupo, y por mucho que pase el tiempo ese compromiso con Ella, al igual que su cara, no se puede mejorar.



¡Trinidad ahora y siempre!

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¡¡¡Así se vive desde dentro!!!

Mª Stma. de la Trinidad, en su paso por las Tribuna de los Pobres.