13 de noviembre de 2013

Entrevista a José Antonio Molero Luque :

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“Si 200 personas, en su gran mayoría, no se identifican con una determinada marcha quiere decir que esa marcha no cumple su función como tal, por muy bien escrita que este…”


Lunes Santo de 2012, faltan unas dos horas para que la cruz guía de nuestra hermandad se ponga en la calle, el tiempo amenaza lluvia. Mientras, en la Plaza de la Aurora, con la templanza que le da la experiencia de verse en más de un día así, nuestro protagonista de hoy se sienta en uno de los escalones de acceso a la plaza, como queriendo alejarse por un momento de ese clima de nerviosismo que se vive dentro de la Peña Trinitaria en casi todos los allí reunidos. Me acerco a él, nos conocemos de vista aunque aún no habíamos entablado conversación, tenía curiosidad por preguntarle algo al compositor de la marcha que probablemente más he escuchado en mi vida: Oye Molero… ¿Qué se siente al llevar un trono mientras suena una marcha que tú mismo has compuesto?...
Si quieres saber la respuesta sólo tienes que quedarte y leer el resto de la entrevista.

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José Antonio Molero Luque (Málaga 1978) casi sobran las presentaciones, pero ahí va una aproximación: Miembro fundador de la Banda de música del Paso y la Esperanza, en la cual estuvo activo hasta 2011, miembro colaborador de la Banda de música de Zamarrilla. Músico, compositor entre otras marchas de: María Santísima del Amparo, Pasa la Soledad, Sentimiento Perchelero y como no, Coronación de la Trinidad y Rezo a tus pies, pero si algo es José Antonio, es buena gente, cercano, sencillo y fácil en el trato. Hoy os acercamos a un miembro muy especial de la Mesa, pues aunque sólo nos acompañe bajo Ella desde el Lunes Santo de 2012 lleva ya más de una década acompañando al andar de nuestra madre con una composición tan destacada como “Coronación de la Trinidad” luego, en 2011, llegaría “Rezo a tus Pies” punto de inflexión claro en el devenir de este grupo. Para la Mesa de la Trinidad es todo un placer poder presentaros hoy a José Antonio Molero Luque:  




-La primera pregunta es obligada, ¿Qué se siente al llevar un trono mientras suena una marcha que tú mismo has compuesto? ¿Imagino que una marcha como “Rezo a tus Pies” por el hecho de llevar letra y tener ese significado para todos los hombres de trono de la Trinidad  será aún más especial no?
Para mí es la sensación de “culmen” en el proceso creativo que supone escribir una marcha procesional. El poder vivir en primera persona el efecto que causa dicha música como un hombre de trono más es sin duda una experiencia única que después puedo aplicar en mis composiciones.
Lo que hace especial para mí “Rezo a tus pies”, es que sea tan especial y querida para el resto de hermanos de la Mesa, y también fuera de ella evidentemente. La letra creo que no podía escribirla otra persona mejor que  Víctor Carnero, pienso que para escribir esa letra tan corta pero que diga tanto  tienes que tener un compromiso muy fuerte con la Trinidad, y eso se transmite al resto.


-¿Cómo te inicias en el mundo de la música?

Pues de forma casual, a la edad de 13 años estando en el colegio Arturo Reyes. Su director y hermano de la Archicofradía de la Esperanza Dº Juan Antonio Barceló nos hizo llegar a los alumnos la propuesta de la Archicofradía de formar parte de una banda de música,  muchos amigos del barrio nos apuntamos por curiosidad, como una actividad extraescolar, y a esa edad te ilusionas rápido cuando te dan un instrumento y pasas a formar parte de ese mundillo. Desde ese momento, todo empezó a girar  en torno a la música  y a la Semana santa que casi todos desconocíamos.


-¿Crees que el surgimiento de bandas de música dentro de  las hermandades ha supuesto un antes y un después en las relaciones banda-trono? Me refiero sobre todo, a esos años en los que muchas veces el mal andar de un trono era relacionado con el estilo de la banda, o con una falta de entendimiento con la misma.

Sin duda alguna es un aspecto favorable, hay que tener en cuenta que  tener una banda propia en contacto continuo con capataces y mayordomos todo el año ayuda, y ese compromiso y unión se ve reflejado en la calle, ¡ojo!, digo ayuda, porque pienso que un trono mal llevado es culpa fundamentalmente de un mal tallaje y un pésimo compromiso por parte de los hombres de trono. La banda o las marchas son un elemento más que puede aportar una motivación extra en ciertos momentos, pero los músicos trabajan con su instrumento, no con el hombro en el varal.



-Parece que hay dos corrientes enfrentadas con respecto a las marchas procesionales: Por un lado, hay quien defiende que una marcha procesional no debe ser más de lo que es, una composición creada para acompañar el paso de un trono, y su duración y estilo debe ser acorde al trabajo a realizar por los hombres de trono. Por otro lado hay, quien defiende las marchas procesionales como un arte que ha rebasado esa frontera de música para “acompañar” y que es quizás el hombre de trono el que tiene que buscar la motivación en todos los elementos ambientales para mantenerse arriba durante la marcha completa, buscando la belleza del momento en el cual se fusionan  la música con el andar acompasado del trono, buscando en definitiva el mayor realce para su titular. ¿Con cuál de estos pensamientos te sientes más identificado? ¿Hacia dónde crees que camina la música cofrade?
La música, como  todo, tiene una función y dependiendo para qué sea escrita tendrá un mejor o peor resultado.
Una MARCHA PROCESIONAL es lo que es, y sirve como su propio nombre indica para acompañar a una imagen en su trono en un recorrido procesional,  al igual que la música de una película sirve para ayudar a la secuencia en un determinado momento añadiendo emotividad, una música flamenca escrita para una coreografía ayuda a un “bailaor” a expresar su arte o un minueto a una bailarina.
Si 200 personas, en su gran mayoría, no se identifican con una determinada marcha quiere decir que esa marcha no cumple su función como tal, por muy bien escrita que este.
 Pienso que en una procesión de ocho horas hay hueco para todos los gustos y todo tipos de marchas, aunque a veces hay mucho místico que confunde la realidad con sus deseos , y disfruta Imaginando su trono de 3000 kilos y 250 hombres escuchando en su equipo hi-fi  una nostálgica mañana de domingo ciertas marchas generalmente minimalistas ( que son una autentica cátedra y una maravilla en las reglas y normas de composición, de una preciosidad exquisita) que después no funcionan en la calle, por mucho que se intente escuchar una y otra vez.  No es cuestión de educar musicalmente al hombre de trono, sino simplemente ver los resultados que causa dicha marcha en el acople con el  trono.


-A la hora de componer, ¿Sigues un patrón definido? ¿Te inspiras en la imagen para la cual vas a componer la marcha, o pesa más a la hora de componer otros factores externos a la imagen? (Tipo de procesión, recorrido, trono…)
Yo normalmente suelo escribir para un conjunto en general (imagen y trono) si bien es cierto que es más determinante el tipo de trono, el recorrido o la manera en la que esos hombres de trono terminan el recorrido cada año. Quiero decir, si necesitan una marcha que  identifiquen rápidamente y aporte un extra motivacional para poder llegar lo mejor posible ese día.

Cuando escribes, lo primero que piensas es en darle una forma a la marcha, con esa forma que has elegido imaginas la conjunción que tendrá con el trono.
El proceso creativo en sí es algo misterioso, tienes una cierta idea en tu cabeza, pero cuando te pones delante del piano (¡horas y horas eh!) al final es muy probable que acabes en otro sitio nuevo, distinto de donde lo imaginaste. Digamos que en esas horas es donde interviene la parte más íntima y sensible, donde estás más cerca de la imagen.
La parte de instrumentar una marcha (para que nos entendamos viene a ser lo que es vestir a esa melodía íntima para que suene por los distintos instrumentos que has escogido y así darle el cuerpo necesario) es la parte más importante donde se tiene en cuenta la conjunción que tendrá con el trono y donde aplicarás más o menos fuerza a la marcha.

-¿Compartes ese dicho de Picasso “cuando me venga la inspiración que me pille trabajando” o crees que un artista no necesita  horarios y ataduras a la hora de plasmar su arte, y depende más de la inspiración que tenga ese día?
En absoluto, necesitas horas y horas de trabajo para poder obtener recompensa. Como en  todo algunos necesitarán más y otros menos, pero no hay recompensa sin un trabajo previo. Messi  es muy talentoso con el balón, pero si no hay disciplina de entrenamiento diario, ese potencial y ese don que vemos se perdería.


-¿Tienes alguna espinita clavada? ¿Alguna marcha que no haya terminado de cuajar por algo en particular?
Particularmente no, algunas han tenido más éxito, otras menos, pero lo importante para mi  es que quien encargue la marcha se sienta satisfecho con mi trabajo, y en ese aspecto normalmente me siento muy afortunado.


-¿Hay alguna imagen en especial para la que tengas ganas de componer y aún no se haya dado la oportunidad?
Por alguna razón que desconozco (o quizás sí, pero aún no la comprendo bien) la Virgen de la Esperanza.


-¿Cómo te llegan los encargos de las dos marchas que tienes dedicadas a la Trinidad?
La marcha de Coronación de la Trinidad a través de Juan Antonio Barceló. Me comentó que  nuestra banda de la Esperanza iba a tocar en el Cervantes, y que la cofradía trinitaria estaba buscando marchas para la Coronación. Como la banda, dirigida por aquel entonces Dº Fco. Vallejo (hoy día director de la Banda Municipal de Málaga) estaba en esos momentos en un nivel espectacular, surgió la idea de escribir una marcha grande, donde  poder aprovechar ese potencial  de la banda.

Rezo a tus píes surgió diez años después, a una llamada de teléfono de Víctor Carnero en nombre de la Mesa. Le siguieron muchos almuerzos entrañables con sus encantadoras sobremesas y con una inmejorable compañía. Lo cierto es que al final me “trajinaron”, y yo encantado, pues hoy día sigue siendo un grupo de una calidad humana envidiable, gente humilde y sencilla que hoy día es difícil ver.




-¿Qué sientes cuando terminas una obra?

Mezcla de satisfacción contenida y nervios hasta que se estrene y vea su rendimiento.


-¿Cómo entras a formar parte de este grupo?

Por la sencilla razón de que son gente normal, alegre, divertida y compartimos gustos por el carnaval, el fútbol, la música cofrade… Sin llegar a caer en el aburrimiento capillita.



-Este pasado Mater Dei tuviste la oportunidad de tocar con nuestra banda, la Trinidad Sinfónica. ¿Qué tal la experiencia? 
¡Fantástica! Hay un gran ambiente y mucha buena gente. Me trajo muchos recuerdos de cuando yo salía con la Banda de la Esperanza años atrás. Por suerte ha cambiado a mejor la forma en que se llevaba la Trinidad.




-¿Qué opinión tienes de la Trinidad Sinfónica y de la estrecha relación que mantienen con todo el conjunto de hombres de trono de la Trinidad?
La cofradía y los hombres de trono deberían de estar muy orgullosos del trabajo que está llevando a cabo tanto su director Manolo, como Antonio Jiménez y los distintos profesores  y padres que están al tanto de la banda. La entrega  y el compromiso de la Banda hacia su Virgen y su cofradía es total, y eso hoy día es dificilísimo de encontrar, por lo tanto  es un privilegio.
La Banda de la Trinidad Sinfónica  está sonando fenomenalmente bien, hay que ser conscientes de la media de edad actual de los componentes  y esa corta vida que aún tiene para conseguir sonar como están sonando de bien. Me alegro muchísimo por ellos porque los comienzos fueron duros.


-Como espectador privilegiado desde la posición que ocupaste tras la Señora ¿Qué te pareció el Mater Dei en conjunto?
Un día distinto, especial. Me gustaron muchos puntos del recorrido, creo que hubo de todo un poco, como tiene que ser.
Verlo desde fuera cambia la visión total de cómo se ve desde dentro, por ejemplo cuando vas en la mesa trabajando y estas mal, piensas que el trono va mal también, y no es así. desde fuera se ve realmente bien.


- Los que te seguimos un poco, sabemos que andas últimamente muy liado con bandas sonoras, ¿En qué andas trabajando ahora mismo?
Pues para cine estoy involucrado en dos cortometrajes para una productora de San Petersburgo, y  de marchas acabo de finalizar “Stmo. Cristo de los Milagros” para Zamarrilla, terminando otra para la cofradía de la Amargura de Jaén, otra para una sintonía de un programa de radio y espero poder terminar un nuevo encargo para la Soledad de Mena.


-¿Cómo es un día normal de la vida de José Antonio Molero Luque?

Pues como cualquier persona: Llevo a mi hijo al cole, atiendo mis dos negocios  y mi empresa e intento conciliar la vida familiar y laboral-musical  lo mejor posible, ¡que no es poco! Jajaja.

TEST COFRADE:
Un Cristo:
Cristo de la Redención.
Una virgen: Trinidad.
Una hermandad: Mis compañeros de la Mesa.
Una calle de Málaga: Siempre Larios.
Un aroma: Pan recién hecho .
Un sabor: Vino tinto.
Un barrio:
Los Corazones (donde me he criado).
Una iglesia: Catedral.
¿Las procesiones de día o de noche?: Noche.
¿De ida o de vuelta?: Vuelta.
Una marcha: Nazareno del Paso (Fco. Haro).
Un instrumento: Piano.
Una banda de Málaga: Todas, por el trabajo, esfuerzo y  superación.
Una banda de fuera de nuestra provincia: Julián Cerdán (Sanlúcar de Barrameda).
¿Que le falta a la Semana Santa de Málaga? Amor propio.
¿Qué le sobra? Exceso de ego de muchos que forman parte de ella.
Si yo te digo barrio de la Trinidad tú me dices: Arte.
¿Y si te digo Málaga?: Privilegio.
¿A quien admira José Antonio Molero Luque? A toda persona capaz de transformar su inquietud en cualquier tipo de arte.

Sin más darle las gracias a José Antonio Molero Luque por prestar su tiempo a contestar nuestras preguntas, por todo lo que significa para este grupo y desearle suerte en todo lo que emprenda, seguiremos disfrutando de su música y sobre todo de su amistad y compañía.



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¡¡¡Así se vive desde dentro!!!

Mª Stma. de la Trinidad, en su paso por las Tribuna de los Pobres.