5 de diciembre de 2013

No en nombre de la Mesa, sí en nombre propio.

Este grupo desde su creación, hace ya más de diez años, ha tenido siempre un claro objetivo: El fomento de la devoción a María Santísima de la Trinidad Coronada, y creo que hemos contribuido a ello modestamente. Lo cierto es que como grupo hemos aportado, dentro de nuestras posibilidades, lo que buenamente hemos podido para ayudar a fomentar esa devoción por Ella. Cuando se bendice un mosaico a la entrada de calle Trinidad en honor de nuestra madre o se le dedican marchas, carteles y pregones se hace en nombre de la Mesa de la Trinidad y en el de todos aquellos hermanos y amigos que quieran colaborar con nosotros. En esos actos, que creo que son lo que mejor nos definen como grupo, somos  “oficialmente” uno, y a la vez ese uno somos todos.

Hay que dejar clara una cosa: La Mesa de la Trinidad como grupo no tiene otro objetivo que el expuesto en este texto. Nunca por parte de la Mesa, apoyaremos oficialmente una corriente de opinión que pueda fracturar el orden de la hermandad. No contribuiremos a eso. Si es cierto que como personas libres que somos, cada uno de los que atomizamos este grupo tiene un pensamiento, una idea o una opinión no solo de lo que pueda acontecer en la hermandad, sino de todo lo que pueda rodearnos socialmente. Dentro de este grupo los hay de izquierdas y de derechas, del Málaga, del Madrid, del Barça y los habrá que no les guste el fútbol;  y también, como no, habrá quien comparta las decisiones que se puedan tomar en la hermandad y quien no las comparta. Lo cierto es que el Lunes Santo, bajo la oscuridad de la Mesa o vestidos con túnicas malvas, los de derechas se abrazan con los de izquierdas, los del Barça con los del Madrid, y los que comparten las decisiones de la cofradía mezclan su sudor y esfuerzo con los que no lo hacen. 

Cada vez que nos reunamos para soñar con una nueva marcha, para preparar un nuevo cartel o para hacer algo que vaya en relación al fomento de la devoción de nuestra titular irá con el nombre de la Mesa por delante. Cuando se opine (de manera personal o a través de redes sociales), se vote en un cabildo, o simplemente se discuta de fútbol y política lo haremos de forma individual, con nuestro nombre y apellidos, y haciendo uso de una libertad de expresión responsable que no debe vetarse. 


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¡¡¡Así se vive desde dentro!!!

Mª Stma. de la Trinidad, en su paso por las Tribuna de los Pobres.