Hace mucho que no quedamos, que no nos vemos, que no nos rendimos en un abrazo, en un beso. Son muchas las cosas que tenemos que contarnos.
Que el hermano Paco ha dejado de dormir del tirón todas las noches, y eso es gracias a dos nuevos trinitarios que aumentan su familia, felicidades Mari. Que la familia Carnero sufrió un barapalo muy grande al conocer que el bicho ese llamado cancer arrancaba el último suspiro a un familiar próximo.
Son muchas las cosas que tenemos que contarnos.
Que Manue, ya se siente hombredetrono, que a su padre le llena de orgullo haber compartido varal con él. Que la familia trinitaria sigue creciendo, con los Cárdenas y los Vargas..., todos son bien venidos a esta familia de hermanos.
Son muchas las cosas que tenemos que contarnos.
Que han pasado 365 días sin su presencia, sin su humor, sin sus quejas, pero siempre estará con nosotros, gracias Ray. Que hace poco su padre se sienta a su lado, que ya no tiene dolores y dibuja una sonrisa en las facciones de su cara. Que la Mesa de la Trinidad hace ya tiempo que dejo de ser un grupo de veintiocho sufridores, ni trentaicinco... somos muchos más, porque ya existen muchos para los que esto dejó de ser tan solo un Lunes Santo más y de los que usted es su icono.
Son mucha las cosas que tenemos que contarnos. Muchas cosas más, por eso cuento las horas que faltan para vernos; usted Madre, yo y mis hermanos.
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