“Para mí ser Hombre de Trono significa compromiso con la imagen que estas
llevando, con la gente que tienes alrededor, con la Historia y con Málaga”
Con las sensaciones aún duraderas de su pregón y con sus palabras aún rebotando
en nuestras cabezas y en nuestros corazones me dirijo, escasos tres días
después del pregón, a la céntrica Plaza de Mitjana, donde he quedado con
nuestro pregonero de este 2014, Francisco Luis Jiménez Valverde. La sensación
fue la misma que me dejó cuando lo saludé por primera vez: cercanía, amabilidad
y sencillez; sencillez de un hombre que sabe ganarte desde el primer momento y
que habla claro.
Es Paco una persona polifacética. Además del don de palabra que tiene, y que le
permite ser pregonero de mil batallas, se le suma la de bordador (lleva casi 20
años bordando para el taller de su amigo Salvador Oliver), colabora
habitualmente en los medios de comunicación, en programas de radio y prensa
escrita donde ha publicado diversos artículos históricos y especializados, y es
que además Paco es licenciado en Historia del arte, pero por encima de todo
Paco es Hombre de Trono, cofrade, y buena gente.
Para este grupo de hermanos es un placer acercaros un poco más a uno de los
nuestros, a la persona que este año ha pregonado nuestra salida y nuestro
cartel. Con ustedes Francisco Luis Jiménez Valverde.
-Ahora que han pasado unos días del
pregón ¿Qué sabor te queda del momento vivido?
Me queda el
sabor del compañerismo y de haber compartido con vosotros algo grande. Me sentí
muy a gusto entre vosotros sobre todo porque compartimos un sentimiento, aunque
los varales sean distintos…Trinidad, Esperanza… al fin y al cabo partimos de un
mismo varal, tenemos los mismos sentimientos y el hecho de compartir con una
gente que no era la mía las mismas sensaciones me hizo sentir muy feliz, muy
contento y muy a gusto.
-¿Cómo afrontas un pregón cuando te lo
encargan? ¿Sigues algún tipo de método o guión preestablecido?
Aunque no
quiera, tengo mi metodología básica. Lo primero es que no acepto un pregón si
no hay un vínculo especial con la cofradía o con la imagen, y después, empiezo
a trabajar con antelación en el pregón aunque no lo escribo hasta última hora.
-¿Quien te encarga nuestro pregón?
¿Conocías a la Mesa de la Trinidad?
Yo tenía
constancia de vuestros primeros pregones e incluso Víctor Carnero cuando dio el
suyo me leyó antes su pregón, en el taller de Salvador Oliver, me pidió consejo,
y yo ya sabía que más tarde o más temprano el pregón me lo iban a solicitar, y
de hecho cuando me lo pidieron mi primer pensamiento fue el de decir que no,
pero en el transcurso de la conversación me di cuenta que no podía negarme a
vosotros para dar el pregón.
- ¿Qué sientes cuando te subes a un
atril y te diriges a tantas miradas expectantes?
Nervios. Aunque
la gente piense que tengo dominada la escena y crean que soy un profesional de
los pregones siento nervios. He llegado a escuchar que encargarme un pregón a
mí es ir sobre seguro, pero sigo sintiendo nervios, y los siento incluso para
leer en la iglesia cualquier pasaje del evangelio, aunque todo pasa cuando subo
al atril. Cuando subo al atril me transformo y ya me tranquilizo. Ahí es cuando
suelto todo lo que llevo dentro.
-¿Cuál fue tu primer pregón?
Fue en el año
1990, fue un pregón de la juventud cofrade de la Agrupación de cofradías.
Éramos un grupo de jóvenes cofrades que estábamos en la agrupación, con Paco
Puente por ese entonces, y éramos el germen de juventud cofrade en la
agrupación de cofradías. Paco Toledo quería mover de alguna manera la
agrupación y di un pregón que hicimos en San Julián con una imagen particular
de uno de nuestros amigos y un San Juan que trajimos de Vélez Málaga. Hicimos
unos cultos y preparamos el pregón.
-¿Cómo se vive la Semana Santa con un
micrófono a cuestas?
Diferente,
porque vives la Semana Santa que retransmites y vives las emociones que
retransmites. Es una Semana Santa muy distinta de la que yo vivía con mis
amigos en la calle viendo lo que más me gustaba: las salidas, los encuentros,
los encierros una buena curva…ahora voy donde me mandan por escaleta y cuando
termino las retransmisiones voy a buscar lo que me gusta.
-¿Qué es lo mejor y lo peor de
retransmitir Semana Santa?
Lo mejor es
hacer llegar a la gente lo que tú sientes en ese momento. Hacer llegar a gente
que no puede estar allí, o que está en otro punto de la ciudad, de forma eficaz
lo que estás viendo y que lo sientan en su casa o en la calle teniendo una
información veraz, necesaria y sentimental. Lo peor es la Semana Santa que te
pierdes; la de estar con tu gente, con tus amigos, con tus compañeros de varal
viendo alguna curva.
-Has tenido la oportunidad como
periodista de entrar en varias mesas o submarinos a retransmitir “un tirón”,
¿Qué tratas de trasladarle a la audiencia en ese momento?
Intento que
llegue la atmosfera especial que hay dentro de la mesa, lo que hay dentro de ese espacio rectangular donde se vive una
mezcla de silencio, euforia y calor humano; e intento que el sonido que le
llega le transmita al oyente una serie de sensaciones que se viven ahí debajo:
soledad, alegría compañerismo… en fin, esa atmosfera particular que se vive ahí
abajo y que es tan difícil imaginar desde fuera.
-¿Hay alguna anécdota en especial que te
guste recordar de esas veces que entras a retrasmitir desde debajo del trono?
Anécdotas tengo
muchas; desde entrar y que me cojan la cabeza como si fuera un novato que va a
golpearse con el varal hasta que me digan que no y después verme la cara y
decirme “ah paquito no me había dado cuenta que eras tú. Pasa, pasa…” lo que sí
hago siempre es pedir permiso aunque conozca a las personas que vayan debajo,
porque entiendo que es un momento íntimo que no puede romperse de cualquier
manera y con cualquier persona…Después tengo anécdotas graciosas como el decir
“vamos a escuchar como crujen los varales” y en ese momento se baja el trono y
cosas así.
-Recuerdo la primera vez que te vi. Era
Lunes Santo de 2010 y yendo aún por calle Trinidad entraste a retransmitir un
tirón. ¿Recuerdas aquél momento?
Sí, lo recuerdo
porque yo ya tenía por aquel entonces amigos ahí debajo, gente que venía de la
Esperanza, del Nazareno, amigos particulares que conocí en la Asociación Hombre
de Trono y entre los tronos, porque al final la gente de los tronos nos
conocemos, y cuando entre se me vino a la cabeza un pensamiento, y es que antes
de retirarme como hombre de trono tengo la ilusión de sacar al Cautivo; por mi
familia, por mi vinculación con la Trinidad, y porque mi primera mitad, que es
la de mi padre, es toda trinitaria y cada vez que he retransmitido la Trinidad
o me he metido a retransmitir un tirón es para mí especial, no es como otra
hermandad cualquiera, porque me trae recuerdos de mi juventud y de mi niñez en
el barrio. Para mí es muy emocionante.
-Hemos hablado de cómo te comportas bajo
un varal cargando a la vez con un micrófono. Dejemos el micrófono guardado
ahora. ¿Qué significa para Francisco Jiménez Valverde ser hombre de trono?
Ser Hombre de
Trono tiene muchos calificativos y muchas realidades, tantas como Hombres de
Trono hay. Para mí ser Hombre de Trono significa un compromiso con la imagen
que estás llevando, porque si no hay devoción a la imagen que llevas ya puedes
ser el mejor Hombre de Trono y levantar los kilos que quieras que no merece la
pena meter el hombro. Después significa compromiso con la gente que tienes
alrededor, es también un compromiso con la Historia y finalmente un compromiso
con Málaga, porque estás continuando una tradición de siglos que se mantiene en
ti y a la vez tú tienes la responsabilidad de hacer partícipe a los que vienen
detrás para que esa tradición siga.
-¿Has tenido alguna mala experiencia
alguna vez bajo un varal?
Recuerdo con
Salutación, uno de los primeros años que salió que estuvimos nueve horas en la
calle dando vueltas, y tantas vueltas dimos que acabamos en el punto de la
salida de la procesión, pero aún quedaban tres horas más de recorrido y claro,
verte tan cerca y volver a irte echó abajo el ánimo del Hombre de Trono. Por
otra parte malas experiencias de cuando te da una “pájara” y te vienes abajo de
una forma insospechada y quieres dar más pero el cuerpo no responde hasta que
entra un aporte energético, ya sea agua o algo de azúcar, y te repones. Por
otra parte situaciones de que un trono no haya ido como debía de ir y tú hayas
estado luchando y trabajando y aún así solo se consigue que el trono vaya
medianamente mal, ni siquiera medianamente bien, sino mal.
-¿Qué tienen los varales? ¿Por qué se
han forjado tantísimas amistades bajo un varal?
Tiene algo que
desgraciadamente no tiene la figura del nazareno, porque aunque la gente me
conozca como Hombre de Trono yo soy defensor de la figura del nazareno, y es
que el nazareno va en su penitencia, en
su mundo, y aunque el Hombre de Trono haya momentos en los que va así, forma
además parte de un todo, y en ese todo entra la gente, los amigos… En los
varales, se busca más la confrontación cara a cara, se hacen más reuniones, se
comparte más, se vive más, se está más cerca, se comparte un esfuerzo y cuando
tú ves que el compañero que está al lado está trabajando y sufriendo lo mismo
que tú es cuando se produce la unión y se refleja a lo largo del año que es al
final esa chispa que te hace volver, y aunque a veces maldigas el varal al
final consigue atraerte y atraparte, y cuando el varal te atrapa ya no puedes
escapar.
-¿Hacia dónde crees que debe caminar la
Semana Santa en el futuro?
Si me haces esta pregunta diez años atrás
probablemente fuera contestado lo mismo. Creo que aunque hemos mejorado mucho,
la Semana Santa debe caminar hacia una mayor seriedad, hacia una mayor
responsabilidad, hacia un mayor compromiso…y por compromiso no me refiero a que
tengamos que ser OONNGG. Una de las partes de las que se compone una cofradía
es ser una ONG y darte a los demás, pero hay otra parte que no es esa función.
En definitiva equilibrarnos en todos los sentidos y saber que formamos parte de
algo grande de Málaga, que unifica a Málaga, y que es la tradición más
continuada de Málaga en la Historia. Tenemos que abrirnos a la juventud, y
mostrarnos tal como somos en la calle, porque ya lo ha dicho más de un
pregonero: la Semana Santa es la vanguardia del catolicismo, y de la religión,
porque al fin y al cabo atraemos nosotros a más gente que lo que
desgraciadamente puede atraer la iglesia.
-¿Siguen los tangaos sin merecerse
entrar por las puertas de los cielos?
Totalmente. Aunque en el cielo entre cualquier persona que sea buena, a los que
no sepan lo que llevan, los que no metan el hombro por sus titulares, los que
no se dejen la piel como lo hacen sus compañeros, los que no tengan
responsabilidad, los que no sepan lo que llevan encima, los que no vayan con la
tradición de sus padres y de sus abuelos y no trasmitan esa tradición a las
generaciones venideras les está negada la puerta de los cielos. Al menos la
puerta del cielo de los varales.
TEST COFRADE.
Un Cristo: Nazareno de Viñeros.
Una virgen: Tres: Patrocinio, Rocío y Esperanza.
Un trono: Esperanza.
Una hermandad: Esperanza.
Una calle de Málaga: Carreterías.
Un barrio: La Trinidad.
Una iglesia: Los Mártires.
Un aroma: El aroma a limpio de la ropa que tanto me recuerda a mí madre.
Un sabor: Vainilla.
¿Las procesiones de día o de noche?: Noche.
¿De ida o de vuelta?: Vuelta.
Una marcha: Coronación de la Esperanza.
El lugar perfecto para ver una procesión: Cualquier sitio que te emocione.
Tu día más especial de la semana de pasión: Domingo de Ramos.
¿Esperar a las cofradías en un punto o salir a buscarlas? Ir a buscarlas.
¿Que le falta a la Semana Santa de Málaga? Muchas cosas.
¿Qué le sobra? Más cosas de las que le faltan.
Si yo te digo barrio de la Trinidad tú me dices: Mi niñez.
¿Y si te digo Málaga?: Mi vida
¿A quien admira Francisco Luis Jiménez Valverde? A cualquiera que sea capaz de transmitir y emocionar.
Sin más, darle las gracias a Francisco Luis Jiménez Valverde, ya no solo por su magnífico pregón, sino por tener además la amabilidad de prestar su tiempo a esta agradable charla.
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