Hola hermano, ¿Cómo estás?, me imagino que bien, ¿Qué tal por ahí arriba?...mejor no me digas nada, esa es una de esas cosas que prefiero averiguar “a mi manera”
Quería hablarte de algo tan indescriptible que aún no sé cómo explicártelo. Ojalá pudiera meter en un frasco ese aroma a azahar y cera quemada que aún hace que me transporte a ese día soñado por todos, ojalá pudiera darte sólo una muestra de la bendita gama de colores que llevaban las flores del trono de nuestra madre cuando salió de nuevo a enamorar a una Málaga que ahora sí la espera, ojalá pudiera explicarte las miles de lágrimas que volvieron a caer ante la mirada de Jesús Cautivo,… pero que te voy a contar, tú estás frente a Él cada día, seguro que sabes de lo que te hablo.
Cómo ha cambiado todo desde que te fuiste, fueron tantos Lunes Santos los que te vi sufriendo desde calle Mármoles llevando a la Señora que no te creerás lo que te digo. Tengo que decirte que hace ya años que decidí pasar el Lunes Santo bajo Ella, en el centro, allí donde cae su mirada, con un grupo de hermanos que trabajan durante todo el año para Ella gane ahora el terreno que tanto tiempo dejó de ganar. De verdad, tengo que explicarte este día…
Te diré que el día empezó temprano, no en cuanto a hora, pero sí en cuanto a fuerzas, ya sabes que me gusta acompañar a la Salud de vuelta a nuestro barrio. Este año el tiempo volvió a hacer un poco de las suyas pero teníamos seguridad de que salíamos desde tempranas horas de la tarde. Algunos hermanos de la Mesa, desde hace ya algunos años, nos reunimos en la casa-hermandad cada Lunes Santo por la mañana para “acondicionar” nuestro lugar de trabajo y para echar una mano a lo que haga falta, aunque ya sabes que las manos abundan por allí, más en estos días. Te diré que este ha sido un año especial, pues como sabes desde hace poco dos personas importantes para este grupo descansan ahora a la vera de nuestra madre y ellos igual que tú hacen fuerza también para llevar este barco a buen puerto. Ya sabes también lo que me costaba comer estos días con tanto nervio, aún hoy me cuesta y sigo recordando esos días en los que te veía ataviarte con ese traje oscuro tan remendado y gastado por los varales en las horas previas, cuando me decías que levantase la vela bien alta para que Ella pudiera verla. Te contaré que “mi Lunes Santo” ya no empieza a las 19:00 de la tarde como antaño, ahora tengo una cita obligada unas horas antes, en un sitio que seguro te es familiar…
17:30 Peña Trinitaria, comienzan a llegar a cuenta gotas los primeros “pretendientes de la alegría” como bien dijo nuestro hermano Paco en su pregón. Nos gusta reunirnos en este emblemático lugar del barrio, allí donde la opinión de cada uno de nosotros es valorada y escuchada. Aquí hablamos, nos emocionamos, nos abrazamos…en definitiva, vamos entrando en calor. Es una pena que no hayas podido conocer a una persona, es un tío especial que no puede meter el hombro físicamente pero empuja con la fuerza de 10 personas, como siempre el hermano Flores supo motivarnos más aún de lo que estábamos y levantó, como de costumbre, el corazón de los cerca de 60 trinitarios malvas que allí se encontraban. Poco a poco se acerco el momento más curioso de la tarde, al menos para mí, un momento que cada uno de nosotros ha sufrido y disfrutado después, ese momento en el que los nuevos se presentan. Uno a uno, presentados por Paco, fueron saliendo a pronunciar unas palabras a ese coro de buena gente guasona cada uno de los nuevos “fichajes”. Te diré también que después formamos una “marea malva” que previo rezo en nuestro mosaico subió calle Trinidad en busca de su madre, pero antes te quiero hablar de unos “chaveas” que no has llegado a conocer. Son músicos, trinitarios y atomizan un grupo humano inigualable de buena gente que cada año ponen las notas precisas para que nuestra madre luzca como se merece por las calles de Málaga. Ellos quisieron abrirnos las puertas de su casa en el día más importante del año y ya consolidado como tradición acudimos a la cita de hermandad con nuestra banda, esa que plasma como nadie las notas de una marcha que es santo y seña de todos los hombres de trono trinitarios y que levanta al más plantao.
Te diré también que la espera volvió a ser larga, pero esta vez teníamos una cita obligada de difícil cumplimiento, como sabes nuestro compañero Ray se fue allá por el mes de Agosto a “ese lugar del que dicen se acaba volviendo siendo mejor persona” una placa en la madera del trono de nuestra madre honra a este compañero, a este amigo, a este hombre de trono que tantos buenos momentos nos dejó…te diré que deja buen legado, pues tanto su hermano como su hijo estaban donde tantas veces el se dejó el alma empujando por llevar a la gloria a nuestra madre.
El camino empezaba de nuevo, te diré la verdad, sufrimos… sufrimos mucho, pero a eso íbamos, y sufrimos disfrutando, porque la Trinidad hermano mío ya no va sola dando bandazos por una calle que minutos antes disfruto viendo a su hijo, ahora Ella es la atracción, sin estridencias, Ella va al paso, abierto y elegante como las olas tranquilas de la malagueta….un paso, otro, otro pero ojo que sabemos escuchar la música, fuimos pioneros en dar “un izquierdo” tras tres mecidas, y lo llamamos paso trinitario y bueno, lo metemos cuando es necesario. Te diré que como siempre hubo más gente en “nuestra tribuna” que en la oficial, si, esa tribuna autentica, la que espera hasta altas horas de la madrugada sin importarle que el día siguiente sea laboral, si hermano, la tribuna de los pobres, allí donde te gustaba esperar a las cofradías de nuestra Málaga. Sonaron dos marchas especiales, muy especiales para todos, pero sobre todo para un componente de este grupo que tuvo la inspiración necesaria para crear tales piezas. Molero es un tío singular, una de esas personas a las que hay que conocer. Recuerdo cuando en 2012 tras el paso por tribuna oficial le preguntaron tras sonar estas dos marchas “¿En qué pensabas Molero?”, respondió tajante “¡En la Trini!...Si hermano, este es un grupo peculiar y te hubiera gustado pertenecer a él, sobre todo por momentos como el que te voy a narrar, con el trono andando muy lento y meciéndose al compás salió desde dentro de nuestra Mesa un grito desgarrado, un “quejío”, un rezo por Málaga que nuestro compañero Fito supo plasmar y que es y será uno de esos recuerdos que me acompañaran hasta el fin de mis días. Qué decirte de calle Trinidad…se te hacía eterna por aquél entonces pero ahora es otra cosa, te sorprenderías de nuevo al ver cómo anda nuestra señora de vuelta al barrio, Ella no se merece menos, y bueno ya sabes lo que viene después, otro año de espera, de dulce espera, pues ahora el recuerdo no puede ser mejor.
Seguro que hoy por hoy te sientes orgulloso de cómo se luce tu Trinidad por las calles de Málaga, sólo pido que nos sigas ayudando, como siempre hiciste, que sepas que tenemos muy presente de dónde venimos, que somos trinitarios y que lo que ahora parece fácil antes no lo era, y por eso siempre miraremos al futuro sin dejar de tener presente el pasado. Sí hermano, este ha sido un año histórico, ha sido sencillamente el mejor año jamás vivido.
Gracias por hacerme trinitario, ¡Trinidad a tus pies!
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