3 de abril de 2013

HUMILDAD, TRABAJO Y SACRIFICIO.

Hoy queremos contaros una historia de lucha, superación y FE.
El protagonista al que tenemos el privilegio de acercaros a vuestro rincón trinitario no es otro que Weligton Robson Pena de Oliveira (26/08/1979 Fernandópolis, Brasil), sobran las presentaciones para esta gran profesional del mundo del fútbol que cada Domingo tiene el privilegio de defender y pasear el nombre de Málaga por lo campos de España y Europa y en el cual queremos apoyarnos, cual historia paralela, para pedirte tres cosas básicas a la hora de trabajar por Ella, pero volvamos al principio…
Tiene Weligton un lema que cumple a rajatabla y le ha llevado a ser lo que es hoy día: “A veces hay que dar un paso atrás para después dar dos hacia delante”, piénsalo trinitario, ¿De qué te suena?.
No  contaba con más de 15 años cuando Weligton ya trabajaba en la granja donde vivía. Cada día lo mismo, de 07:00 a 17:30 durante cuatro años el hoy futbolista de nuestro Málaga, el mismo que hoy se pasea por lujosos estadios de 5 estrellas bajo el escudo de un club de fútbol de élite, limpiaba los establos, las plantas, la piscina, cuidaba los jardines de los jefes, los animales entre otras muchas tareas. Tras esto, se duchaba para ir a la escuela a las 19:00 de la tarde, y en torno a la media noche, volvía a casa para acostarse y seguir al día siguiente con la misma rutina.
Poco a poco fue progresando y aunque su vocación era la de portero acabó jugando en la zaga del Olimpia, su primer equipo, con un sueldo de 30€ al mes. Muchas vueltas dio nuestro protagonista desde aquellos días, donde jugaba en la categoría B-1 brasileña (equivalente a la 3ª división española) hasta el día de hoy, donde encadena grandísimas actuaciones en partidos tanto de 1ª división de España como de la Liga de Campeones. Por el camino, Weligton ha superado todo tipo de barreras para  ser quien es hoy día, ha competido con grandísimos compañeros por un puesto en el once, se ha enfrentado a Messi, Cristiano Ronaldo o el mismísimo Romario, además de dejar atrás lesiones importantes como la que lo tuvo apartado cuatro meses de los terrenos de juego en 2011. No hace falta decir, que la historia de ese niño granjero que soñaba con ser futbolista está teniendo un transcurso muy feliz, la historia de este luchador de la vida y del fútbol se resume en tres palabras: Humildad, trabajo y sacrificio, y es por eso que nos identificamos con él.
Humildad, trabajo y sacrificio hermano, eso es lo que espera de ti tu madre y tus compañeros de varal. Como Weligton, a veces es necesario dar un paso atrás para dar dos hacia adelante. Todos hemos aprendido de experiencias bajo los varales de nuestra señora que no se volverán a repetir, y ahora, que parece que hemos superado esos fantasmas del pasado, (véase año 2009) te volvemos a pedir un poco más.
Humildad, porque vienes a lo que vienes, y si te han cambiado de sitio en el trono piensa que siempre será en beneficio común, porque tú, hermano, sabes como yo que nuestro estilo no es ser vistos, no venimos a eso, nuestra lucha es que cada año sean más los que se quedan a esperarla a Ella. Siempre Ella será la que debe lucir.Trabajo, porque hoy por hoy, tal como están las cosas, tienes un saco lleno de motivos para abrazarte al varal, cerrar los ojos, apretar con el alma y pedirle con fuerza.
Y sacrificio porque tras él siempre hay una recompensa, y estoy seguro que la hallarás cada madrugada de Martes Santo, cuando Alma de la Trinidad cierre un círculo perfecto de belleza y armonía que durante horas dejó impregnada las calles de una Málaga que se levantó soñando Cautiva, pero que se acostará con aromas de Trinidad.
Recuerda hermano: Humildad, trabajo y sacrificio. Con esas tres virtudes estamos donde estamos y con esas tres virtudes nos quedará siempre un largo camino por recorrer.

Queremos desde este vuestro blog, en nombre de los hombres de trono de María Santísima de la Trinidad Coronada expresar nuestra total admiración y dar las gracias a Weligton, por su colaboración totalmente desinteresada y al que le deseamos la mejor de las suertes, ya que su suerte será la nuestra por muchos años.

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¡¡¡Así se vive desde dentro!!!

Mª Stma. de la Trinidad, en su paso por las Tribuna de los Pobres.