El título hace pensar que este artículo será un recuerdo
numérico, una estadística de nuestra corta vida, pero lo que intento es
simbolizar numéricamente, cuál fue nuestro origen y finalidad, y dejaros claro,
que por más números (años) que sigamos contando, no podemos cambiar jamás
nuestro rumbo y finalidad.
Pensamos en su día, que en el “marketing” estaba la forma
idónea de acercarle a la gente nuestro sentimiento, y siguiendo esa línea,
creamos la Mesa, no eras más que un peldaño más en esa escalera que llegaba al
fin deseado, difundir la devoción por Ella. Desde el primer día os dije una
frase, “nuestro objetivo está en ayudar
al resto del Trono, somos parte de esta gran familia, la familia Trinitaria, y
vamos a luchar hasta que la Trinidad sea la Reina de Málaga”.
Después fueron llegando las donaciones a nuestra Señora, las
dos marchas, “Trinidad a tus pies” y “Rezo a tus pies”, el mosaico de calle
Trinidad……….., todo tenía una finalidad común, difundir la devoción por Ella.
Al tiempo, llegó una salida extraordinaria, en la que nos dimos cuenta, que la
Señora siempre debe ir a compás, pero sabiendo andar, y que la luz del día, le
brilla de una forma especial.
La familia Trinitaria cada vez se sentía más orgullosa de
serlo, porque nuestra familia, la de los Trinitarios, siempre ha sido una
familia, pero parecía que nos costaba expresarlo. El objetivo de este grupo,
siempre ha sido y será, el pellizcar ese sentimiento malva que llevamos dentro,
el recordarle a los nuestros, que venimos del barrio de la Trinidad, que es
dónde nace la alegría, y dejar claro, por siempre y para siempre, que nuestra
Señora no es la Virgen del Cautivo, la Trinidad es, la Madre del Señor de
Málaga.
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